Las comunidades energéticas no son una idea novedosa. Sin embargo, es ahora cuando comienzan a darse a conocerte y a valorarse como una opción viable para el consumo de energía de forma sostenible.
Esto es consecuencia de que la sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de un cambio en los hábitos cotidianos hacia modelos más responsables con entorno. Desde nuestra forma de movernos a nuestra alimentación o la energía que utilizamos.
Proteger al planeta, es proteger a la sociedad y al entorno. ¡Por este motivo, la apuesta por las energías renovables gana terreno a los combustibles fósiles que contaminan y son limitados! En este post vamos a tratar de explicar:
- ¿Qué es una comunidad energética?
- ¿Para qué se utilizan?
- ¿Cómo podemos desarrollarla?
- ¿Qué ventajas ofrece para la sociedad y para el consumidor final?
Comunidad energética: qué es y para qué sirve
Cuando hablamos de una comunidad energética nos referimos a una forma de generar y gestionar la energía. Más concretamente, se trata de una entidad jurídica cuyo objetivo principal es producir energía para uso individual o colectivo en el mismo lugar donde se ha generado. Cuyos beneficios ambientales, sociales y económicos son para los miembros de la comunidad.
Estos deben ser personas físicas, PYMES o autoridades locales; quienes, además, controlan la entidad jurídica de forma abierta y voluntaria. Igualmente, es necesario que el proyecto energético se desarrolle en las proximidades. En conclusión, podemos hablar de un modelo de autoconsumo de energías renovables locales.
A diferencia de la energía comercial tradicional, no hay una finalidad lucrativa. Sino un proyecto común que vaya más allá de la cuestión comercial. Al tratarse de un proceso abierto, es más sencillo que cada usuario final asuma las responsabilidades de pertenecer a estos tipos de comunidades de forma voluntaria.
De igual modo, la igualdad de derechos a la hora de tomar decisiones permite una gobernanza democrática donde cada persona tiene el mismo valor. En este sentido, esto permite un control interno autónomo e independiente por parte de los propios consumidores.
¿Cómo funciona una comunidad energética?
Hemos adelantado que se trata de entidades jurídicas que funcionan de forma abierta, voluntaria, democrática, autónoma e independiente. La ciudadanía se organiza para producir su energía mediante las renovables, asimismo se encargan de almacenarla y gestionarla.
En este punto, entra en juego la figura del prosumidor. Ya que se encargan de la producción y del consumo final. Siempre teniendo en mente los beneficios que suponen para la comunidad donde se desarrolla el proyecto energético.
Por lo tanto, serán los habitantes de un lugar o las propias instituciones deben ocuparse de la instalación, el mantenimiento, la gestión,…No se trata de que los ciudadanos construyan unos paneles solares, por ejemplo. Sino que tomen las decisiones que llevan al camino de la transición ecológica a través de esta forma de consumo. De esta forma, las comunidades energéticas pueden desarrollar actividades como las siguientes:
- Generar energía limpia a través de las fuentes renovables.
- Prestar servicios públicos y privados para la recarga de vehículos eléctricos.
- Prestar servicios públicos y privados para el suministro de energía eléctrica para colegios, oficinas, entidades públicas o viviendas privadas.
- Distribuir, generar, consumir, almacenar energía.
Los primeros pasos
El primer paso para crear una comunidad energética es construir el colectivo. Es decir, un grupo de individuos que se constituya legalmente como un colectivo bien sea asociación, cooperativa, empresa, organización sin ánimo de lucro,…cuyo objetivo sea conseguir beneficios medioambientales, así como sociales y que reduzcan su dependencia a la red eléctrica tradicional.
Una vez que se ha conseguido que las personas se una para conseguir la sostenibilidad, lo ideal es contactar con empresas profesionales para transmitir la idea y que puedan desarrollarla adecuadamente. Dependiendo del tipo de proyecto deberán acudir a una tipología de organización.
En Vihotec somos especialistas en los paneles fotovoltaicos, que aprovechan el Sol para conseguir la energía eléctrica. Para proyectos como este, no dudes en contactar con nosotros y te asesoraremos personalmente, estudiando tu caso y analizando las posibilidades.
Hay que tener en cuenta que la tecnología y la innovación son dos de los pilares para las fuentes renovables. Y, en esta cuestión, en Vihotec también somos líderes.
Beneficios de la producción y uso de energía local
Una comunidad energética puede tener beneficios a diferentes niveles: económicos, sociales, medioambientales,…A continuación vamos a describir algunos de los más relevantes para el momento actual de la sociedad.
Medio ambiente y sostenibilidad
España en la actualidad continúa teniendo una altísima dependencia energética. Esto supone una gran emisión de gases contaminantes que perjudican al entorno. Con las comunidades energéticas esta problemática se reduce, ya que las fuentes renovables sin ilimitadas y limpias.
Por lo tanto, además de conseguir una energía inagotable, estamos contribuyendo para proteger al medioambiente de agentes contaminantes que influyen en el cambio climático.
Cohesión ciudadana y repercusión económica
Las comunidades energéticas permiten unir a personas con unos ideales similares para trabajar en una misma dirección. Además, del beneficio propio de generar la energía, significa crear un círculo de confianza donde se busca una transición hacia modelos más sostenibles y beneficiosos para toda la sociedad.
Igualmente, en el plano económico se elimina la dependencia de las comercializadoras tradicionales. Esto supone un ahorro considerable para el colectivo que apueste por esta forma de consumo. Además, ofrece un valor añadido a nivel local para promover proyectos que mejoren otros aspectos.